El Arte y La Práctica de Las Constelaciones Familiares

Forma parte de El Camino de Quirón

¿Qué es la Sombra del Centauro?

Quirón, el sanador herido, el centauro hijo de dioses,
desconocido por su padre, rechazado por su madre,
porque ha sido herido tiene la sabiduría para sanar.
No necesariamente, lo que puede hacer por otros,
tiene la posibilidad de hacerlo por sí mismo.
Esa es La Sombra del Centauro.

LSC, La Sombra del Centauro, es un programa de formación básico y de desarrollo personal en las dinámicas transgeneracionales, para quienes deseen desarrollar competencias como coaches transgeneracionales y/o consteladores familiares profesionales. Puede curserse presencial o virtual. Las Constelaciones son una técnica de trabajo desarrollada por Bert Hellinger para atender los conflictos o traumas que pasan de una generación a la siguiente. LSC forma parte de El Camino de Quirón (ECQ), integrado por La Conversación, La Sensibilidad, El Arte, La Práctica y La Sombra del Centauro.

¿A quién va dirigido?

A facilitadores, terapeutas, coaches, o personas interesadas en ir a fondo en sus procesos personales.   Puede ser tomado como un módulo independiente, o como parte de El Camino de Quirón para los que desean desarrollar competencias como consteladores familiares y/o coaches transgeneracionales.

¿Qué nos distingue?

La fuerza del constelador surge de su propia familia: Damos prioridad al proceso transgeneracional del aprendiz. Poner en orden su sistema de familia es el primer paso.

Enfoque Fenomenológico: Confiamos en el movimiento del campo de familia, más allá de cualquier teoría sistémica. Trabajamos con una epistemología no trascendente. Las interpretaciones son posteriores al movimiento.

No hacemos constelaciones, asistimos a ellas. No trabajamos con pacientes (pasivos), trabamos con aprendices, responsables de su propio apredizaje. El respeto incondicional al consultante y su sistema de familia es una competencia ética fundamental para nosotros.

Sólo el amor sana: Los destinos de familia, aun los más trágicos, son movimientos del amor. El constelador es un facilitador de un amor mayor y eso requiere conexión.

Los asuntos de familia son delicados. El constelador entrena su corazón para trabajar con aquello que es sensible. La sensibilidad ante las víctimas es automática; ante los perpetradores nos desafía.

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